Torbeo también tuvo su protagonismo en la serie de TVG ‘Os Viaxeiros da Luz’, dirigida por Valentín Carrera, que hace unos meses cumplió 25 años de su estreno.
Lo leiamos en www.bembibredigital.com y seguiremos intentando recuperar el capitulo en el que pasan por Torbeo (seguro que esta en youtube) que no hemos tenido la oportunidad de ver aún.
"...Viajar para ver Galicia,
escuchar sus ríos y sus fuentes: el itinerario fue inmenso. Desde el castillo
templario de Ponferrada -donde los viajeros inician su aventura-, pasando por
Las Médulas, O Courel -donde visitan el poeta Uxío Novoneyra-, Torbeo, Meixide y el gran cañón del
Sil, toda la Ribera
Sagrada,..."
En efecto, pasaron veinticinco años desde que una troupe de viajeros, caballeros andantes a la vieja usanza, recorrió las cuatro esquinas de la geografía gallega, entrando desde El Bierzo por O Courel y saliendo por Ribadeo, a caballo, a pie, en barco, en globo aerostático o en tren. Una tropa andante con roulottes y caravanas, de cuatro viajeros de la Ilustración, por los viejos caminos de herradura, tras las huellas de Sarmiento, Jovellanos o Don Jorgito El Inglés. Fueron “Os Viaxeiros da Luz”: tres cámaras de la entonces recién estrenada y novedosa Televisión de Galicia acompañaron su recorrido durante más de un mes por los valles y montañas de Galicia. Aquella aventura romántica quedó grabada para siempre en una de las primeras series documentales de TVG y una de las más premiadas y con mayor audiencia.
Ver para comprender
“Os Viaxeiros da Luz” se inspiraba en la filosofía de don Vicente Risco: “Tú dices, Galicia es pequeña; yo te digo, Galicia es un mundo, es el mundo entero; podrás recorrerla una y mil veces, nunca la descubrirás del todo”. Anticipándose al senderismo moderno, Risco sostenía que “la tierra de uno debe conocerse a pie”, y de hecho él peregrinó desde Ourense a San Andrés de Teixido nada menos que con Ben-Cho-Sey y don Ramón Otero Pedrayo. Otros muchos peregrinos ilustres nos enseñan a no ser turistas extraños en nuestra propia tierra. Ese fue el motor de “Os Viaxeiros da Luz”: viajar para ver, ver para comprender, comprender para compartir.
Viajar para ver Galicia, escuchar sus ríos y sus fuentes: el itinerario fue inmenso. Desde el castillo templario de Ponferrada -donde los viajeros inician su aventura-, pasando por Las Médulas, O Courel -donde visitan el poeta Uxío Novoneyra-, Torbeo, Meixide y el gran cañón del Sil, toda la Ribera Sagrada, las laderas de Amandi y el convento de San Estevo; también el de Oseira -donde los viajeros pernoctan y cantan en el coro de los frailes-, Cea -donde ven cocer pan-, Maside y el balneario de O Carballiño -donde se asoman al balcón del Ribeiro-, las tierras altas de los montes de Forcarei y Cotobade, Pedre y Serapio -donde la piedra cobra vida-, Caroi -donde están con canteros y comen la tradicional vincha-, Sabucedo -donde les organizan una rapa das bestas-, Mondariz -donde prueban las aguas mágicas-, el castillo feudal de Vilasobroso y la orilla del Miño -donde vendimian en la finca da Fillaboa.
Llegados a la costa, surcan en el barco de Pepe de Meira desde La Guarda hasta Vigo, y, ya en la ría, visitan la isla de San Simón, con el poeta Bernardino Graña declamando versos en la proa del barco; Cangas del Morrazo, donde la señora Carmen cuenta a los viajeros la vida dura de las redeiras y luego visitan la factoría Massó, la isla militar de Tambo. Siguen a Soutomaior, rememoran la Pontevedra que don Jorgito él Inglés había pisado a principios del siglo XIX, pasan el Monte Pindo en globo, recorren la playa de Langosteira, Fisterra, Corcubión y toda la Costa da Morte. Luego regresan por las tierras de Santa Comba y Brión, el Valle de la Mahía hasta Bastavales -donde un campanero toca una muiñeira con las campanas que escuchaba Rosalía-, luego Compostela, Sobrado dos Monxes, Arzúa, Muras, Guitiriz, la Marina luguesa y los enclaves ilustrados de Viveiro y Sargadelos. Y por medio un sinfín de lugares desconocidos, de paisajes nuevos y distintos cada día.
Comprender para compartir
Pero, además del paisaje, el paisanaje: Ver para comprender. “Os Viaxeiros da Luz” hizo en 1990 una radiografía humana, cultural, geográfica y ecológica de Galicia. Como serie de TV rompe los moldes del género y es algo más que un documental de viajes: es nuevo periodismo, docudrama y biografía humana, y muchas veces cámara indiscreta: todo el equipo artístico y técnico participa de un happening, una fiesta de la convivencia, con sus luchas y alegrías, sus peleas y sus amores. Veinticinco años después, los integrantes de aquel equipo siguen reuniéndose cada año y mantienen encendida la llama de la amistad y el afecto.Y, por último, comprender para compartir: el proyecto de realizar aquel viaje era una locura y necesitaba del apoyo romántico y un poco loco también de los responsables de TVG. Valentín Carrera encontró ese apoyo personal, profesional y económico en Ramón Villot, entonces Director general de CRTVG. Gracias a él, la serie contó con un presupuesto de 40 millones de pesetas, que entonces era una cifra considerable (y hoy sería impensable), lo que permitió viajar durante 40 jornadas por Galicia con veinte técnicos, diez músicos, tres cámaras, caballos, vehículos, globo aerostático, barco, helicóptero, actuaciones teatrales, y contar con poetas, artistas o empresarios que forman parte de la historia de Galicia, como Juan Oliveira, Pepe Posada, Ricardo Portela o Suso Vaamonde, entre otros. Más de 1.500 kilómetros recorridos y 756 horas de grabación que se plasmaron en 13 capítulos de media hora, estrenados en abril de 1991.
Un cuarto de siglo después, aquella radiografía de Galicia no envejeció mal del todo: el retrato humano y paisajístico fue ganando valor con el paso del tiempo. La productora IBISAtv cerró en 2010, pero antes depositó todo su archivo audiovisual, cuidadosamente catalogado, en los fondos del CGAI, donde se conservan.
Años después de “Os Viaxeiros da Luz”, una buena parte de aquel mismo equipo participó en la rodaje de otra serie hermana, “As Viaxeiras da Lúa”, también producida y emitida por TVG, dirigida por Valentín Carrera, y protagonizada por la actriz Uxía Blanco y cuatro compañeras de viaje que descubren su propia Galicia con la filosofía andariega de Risco y la mirada crítica de Pardo Bazán.
“Los hechos y el paso del tiempo avalan nuestra locura romántica, nuestros sueños –explica Valentín Carrera–. Hicimos lo que teníamos que hacer y lo hicimos bien, con la mirada limpia y con amor a Galicia. Después de estos 25 años, en los que nuestra amistad, la amistad de los Viaxeiros, sacó lo mejor de nosotros mismos, después de “Os Viaxeiros da Luz” y “As Viaxeiras da Lúa”, es hora de pasar el desafío a nuestros hijos e hijas; es tiempo de que TVG piense en producir con ellos “Os Viaxeiriños y as Viaxeiriñas das Estrelas”. Cora, Zoraida, Sandra, Alicia, Belén, Xavi, Manolo, Charito, Paul… es vuestro turno”.
Ver para comprender
“Os Viaxeiros da Luz” se inspiraba en la filosofía de don Vicente Risco: “Tú dices, Galicia es pequeña; yo te digo, Galicia es un mundo, es el mundo entero; podrás recorrerla una y mil veces, nunca la descubrirás del todo”. Anticipándose al senderismo moderno, Risco sostenía que “la tierra de uno debe conocerse a pie”, y de hecho él peregrinó desde Ourense a San Andrés de Teixido nada menos que con Ben-Cho-Sey y don Ramón Otero Pedrayo. Otros muchos peregrinos ilustres nos enseñan a no ser turistas extraños en nuestra propia tierra. Ese fue el motor de “Os Viaxeiros da Luz”: viajar para ver, ver para comprender, comprender para compartir.
Viajar para ver Galicia, escuchar sus ríos y sus fuentes: el itinerario fue inmenso. Desde el castillo templario de Ponferrada -donde los viajeros inician su aventura-, pasando por Las Médulas, O Courel -donde visitan el poeta Uxío Novoneyra-, Torbeo, Meixide y el gran cañón del Sil, toda la Ribera Sagrada, las laderas de Amandi y el convento de San Estevo; también el de Oseira -donde los viajeros pernoctan y cantan en el coro de los frailes-, Cea -donde ven cocer pan-, Maside y el balneario de O Carballiño -donde se asoman al balcón del Ribeiro-, las tierras altas de los montes de Forcarei y Cotobade, Pedre y Serapio -donde la piedra cobra vida-, Caroi -donde están con canteros y comen la tradicional vincha-, Sabucedo -donde les organizan una rapa das bestas-, Mondariz -donde prueban las aguas mágicas-, el castillo feudal de Vilasobroso y la orilla del Miño -donde vendimian en la finca da Fillaboa.
Llegados a la costa, surcan en el barco de Pepe de Meira desde La Guarda hasta Vigo, y, ya en la ría, visitan la isla de San Simón, con el poeta Bernardino Graña declamando versos en la proa del barco; Cangas del Morrazo, donde la señora Carmen cuenta a los viajeros la vida dura de las redeiras y luego visitan la factoría Massó, la isla militar de Tambo. Siguen a Soutomaior, rememoran la Pontevedra que don Jorgito él Inglés había pisado a principios del siglo XIX, pasan el Monte Pindo en globo, recorren la playa de Langosteira, Fisterra, Corcubión y toda la Costa da Morte. Luego regresan por las tierras de Santa Comba y Brión, el Valle de la Mahía hasta Bastavales -donde un campanero toca una muiñeira con las campanas que escuchaba Rosalía-, luego Compostela, Sobrado dos Monxes, Arzúa, Muras, Guitiriz, la Marina luguesa y los enclaves ilustrados de Viveiro y Sargadelos. Y por medio un sinfín de lugares desconocidos, de paisajes nuevos y distintos cada día.
Comprender para compartir
Pero, además del paisaje, el paisanaje: Ver para comprender. “Os Viaxeiros da Luz” hizo en 1990 una radiografía humana, cultural, geográfica y ecológica de Galicia. Como serie de TV rompe los moldes del género y es algo más que un documental de viajes: es nuevo periodismo, docudrama y biografía humana, y muchas veces cámara indiscreta: todo el equipo artístico y técnico participa de un happening, una fiesta de la convivencia, con sus luchas y alegrías, sus peleas y sus amores. Veinticinco años después, los integrantes de aquel equipo siguen reuniéndose cada año y mantienen encendida la llama de la amistad y el afecto.Y, por último, comprender para compartir: el proyecto de realizar aquel viaje era una locura y necesitaba del apoyo romántico y un poco loco también de los responsables de TVG. Valentín Carrera encontró ese apoyo personal, profesional y económico en Ramón Villot, entonces Director general de CRTVG. Gracias a él, la serie contó con un presupuesto de 40 millones de pesetas, que entonces era una cifra considerable (y hoy sería impensable), lo que permitió viajar durante 40 jornadas por Galicia con veinte técnicos, diez músicos, tres cámaras, caballos, vehículos, globo aerostático, barco, helicóptero, actuaciones teatrales, y contar con poetas, artistas o empresarios que forman parte de la historia de Galicia, como Juan Oliveira, Pepe Posada, Ricardo Portela o Suso Vaamonde, entre otros. Más de 1.500 kilómetros recorridos y 756 horas de grabación que se plasmaron en 13 capítulos de media hora, estrenados en abril de 1991.
Un cuarto de siglo después, aquella radiografía de Galicia no envejeció mal del todo: el retrato humano y paisajístico fue ganando valor con el paso del tiempo. La productora IBISAtv cerró en 2010, pero antes depositó todo su archivo audiovisual, cuidadosamente catalogado, en los fondos del CGAI, donde se conservan.
Años después de “Os Viaxeiros da Luz”, una buena parte de aquel mismo equipo participó en la rodaje de otra serie hermana, “As Viaxeiras da Lúa”, también producida y emitida por TVG, dirigida por Valentín Carrera, y protagonizada por la actriz Uxía Blanco y cuatro compañeras de viaje que descubren su propia Galicia con la filosofía andariega de Risco y la mirada crítica de Pardo Bazán.
“Los hechos y el paso del tiempo avalan nuestra locura romántica, nuestros sueños –explica Valentín Carrera–. Hicimos lo que teníamos que hacer y lo hicimos bien, con la mirada limpia y con amor a Galicia. Después de estos 25 años, en los que nuestra amistad, la amistad de los Viaxeiros, sacó lo mejor de nosotros mismos, después de “Os Viaxeiros da Luz” y “As Viaxeiras da Lúa”, es hora de pasar el desafío a nuestros hijos e hijas; es tiempo de que TVG piense en producir con ellos “Os Viaxeiriños y as Viaxeiriñas das Estrelas”. Cora, Zoraida, Sandra, Alicia, Belén, Xavi, Manolo, Charito, Paul… es vuestro turno”.