Los restos de la fortaleza de Torrenovaes, en Quiroga
Seguro que muchos habéis sentido
la curiosidad de conocer estas ruinas y hecho el paseo que desde la misma
orilla de la N 120
(a unos tres kms de la vecina Quiroga) conduce a lo que se conserva de esta
fortaleza medieval, para aquellos que todavía no la conocéis estas fotografías
de Jorge Rodríguez os animaran a hacer la corta pero muy interesante excursión.
“Sus orígenes se remontan al siglo X. La torre, del siglo X, es la más antigua, pudiéndose levantar sobre las ruinas de un antiguo emplazamiento suevo o quizás castrexo. Sus muros, de casi cuatro metros de espesor nos dan una idea de su carácter defensivo. Su planta es cuadrada y cara al sur presenta una puerta con bóveda de medio punto de "pedra cabaleira" de un color rubio intenso que denota un alto nivel de oxidación de hierro que contiene este tipo de piedra.
El otro edificio es el palacio,
que data de un siglo más tarde (s. XI). Es de planta trapezoidal y fue construido
por los Caballeros de San Juan de Malta, una orden de monjes guerreros que
procuraban la vigilancia de los peregrinos. En su entrada, también formada por
un arco de medio punto, se puede apreciar aún hoy la Cruz de Malta que se
encuentra grabada sobre una piedra. Aunque solitario y mal señalizado, no
debemos perdernos esta joya de fortificación. La ladera del monte donde se
ubica fue "cortada" para el
paso de la carretera, dejando las murallas del castillo al borde del precipicio
donde podemos observar los restos de la antigua muralla que circundaba al
castillo. También disfrutaremos de una buena panorámica del Sil y su valle en
Terras de Quiroga. Desde aquí comienza también una ruta conocida como Ruta da
Encomenda.”
La leyenda de la princesa de Torrenovaes: