NAI TAPAS, LA MEJOR GASTRONOMÍA GALLEGA (REGENTADO POR RUBEN RODRIGUEZ Y ANA GONZALEZ, DE TORBEO) EN EL CENTRO DE LA GRAN MANZANA
Rubén Rodríguez y Ana González abren nuevo local en el centro de Nueva York, "Nai" continua siendo el nombre de su restaurante.
Del acontecimiento da cuenta un artículo que publico ayer https://plateselector.com/ - (Plataforma de difusión gastronómica) y que podéis leer a continuación.
Del acontecimiento da cuenta un artículo que publico ayer https://plateselector.com/ - (Plataforma de difusión gastronómica) y que podéis leer a continuación.
“Hasta el
East Village de la exuberante Nueva York ha llegado la tradición gallega más
virtuosa para hacerse con fuerza un hueco entre las decenas de miles de ofertas
gastronómicas que saltan a la vista cuando se pasea por la Gran Manzana. El
local, que ofrece una perspectiva doble al ocupar una esquina muy marcada de la
2nd Avenue, convoca con su juego de luces una llamada irrevocable que seduce
tanto a locales como a foráneos, y deja entrever la sensual candidez con que
se maneja una culinaria tan contundente como es la de nuestro Norte.
Nai
en gallego, significa madre, y se debe a que Rubén, el artífice de la
exquisita invención, quiso rendir homenaje a las manos y los pies que a día
de hoy siguen siendo la voz cantante en el restaurante: Ana sigue sujetando la
batuta para orquestar a la cuadrilla que se da cita cada día para poner patas
arriba todos los esquemas del sorprendido comensal. Entre los dos, pactan la
recepción del producto que viaja directamente desde La Coruña , como el pulpo, o
desde País Vasco, como el queso Idiazábal o la txistorra.
La
carta es una colección de pautas españolas que se entremezclan con técnicas
de vanguardia para dar lugar a un producto al más puro estilo neoyorkino: almejas
en salsa verde aderezadas en mesa con ralladura de limón, zumo de yuzu y
cilantro, lubina glaseada con soja a baja temperatura, envuelta
en pan deshidratado con emulsión de naranja, rollito crujiente de guiso de
rabo de toro desmigado con lomitos de trucha ahumada y alioli de tinta o pollo
marinado 24 horas con chalotas encurtidas y alga crujiente, servido en papel.
El
ambiente es cálido, con lámparas de tiro bajo, mesitas íntimas y también
grandes mesones de madera robusta que recuerdan a las tabernas cantábricas
donde se comparten instantes de euforia regados con albariño. Su
caldo gallego con grelos, alubias y chorizo se ha convertido en una solución
al frío húmedo de Manhattan tanto como lo hiciera en la Costa da Morte.
Los pequeños floreros que hacen de centros, son únicos, y pertenecen a una
colección que se extrajo de antiguas boticas y donde se guardaban ungüentos.
Han
inventado además una llamativa sangría que guardan en una cuba de cristal
gigante, confeccionada con champán y manzana, todo un activador de papilas
gustativas para recibir sus costillas marinadas en mojo verde con mini patatas
y pimientos del piquillo o su sardina en estaca con aroma de lima.
Ofrecen
un menú degustación para los más intrépidos, y para amoldarse a las
costumbres de Manhattan, ofertan un contundente brunch que incluye opciones
como su laureado rissoto de arroz basmati con queso manchego y yema de huevo.
Todo mejora si se elige la opción de barra libre de mimosas, un cóctel fresco
y ligero que permite contemplar por la ventana el bravío movimiento de la Gran Ciudad , mientras
se piensa en la tierra propia.”
(corner
of 5th street +2nd avenue)
New York,
ny 10003
212.677.1030