Si, la edad, la falta de recambio "generacional" o la enfermedad y otras poderosas razones van obligando a nuestros vecinos a abandonar las viñas. Tiempo atrás cada familia, cada casa, tenia su viña, la elaboración de vino para el autoconsumo era una de las señas de identidad de nuestro pueblo. En la visita al vecino, al amigo, era obligado el paso por la bodega; "tes que probar o viño", que tal e? y una frase de aprobación, un comentario ensalzando las virtudes del caldo, eran la mejor compensación a tanto esfuerzo. Todavía los hay que persisten, no abandonan, al contrario; reponen cepas, mejoran accesos, etc...no están dispuestos a dejar la viña y algunos haciendo cientos de kms en fin de semana para venir a "sulfatar", pero un buen vaso de vino de la propia cosecha en la comida o compartido con el amigo, de la viña del padre y del abuelo...son un privilegio que merece la pena mantener. Imágenes de la nueva plantación de viña encima de "la tram...