La Navidad gallega recupera la tradición del Apalpador Cada vez son más las ciudades y localidades de Galicia que celebran y escenifican en la calle la visita del Apalpador, un personaje de la mitología popular gallega, primo hermano del Olentzero vasco, que trae regalos a los niños y niñas en las navidades. Caracterizado como un viejo barbudo y gigantón, vestido con ropa de campo, vieja y remendada, fumando en pipa, y cargado con un saco de castañas al hombro, el Apalpador es recibido con música y canciones, en medio de la algarabía de niños y mayores. Como personaje de antaño, de oficio carbonero, que bajaba desde las montañas de O Courel a las villas y pueblos de Galicia con un saco de castañas que iba dejando a los niños, preocupado por que no estuvieran desnutridos –el nombre le viene de que apalpaba (palpaba) las barrigas de los niños para ver si estaban llenas–, la filosofía que encierra la recuperación de esta figura del imaginario popular gallego es contraria al consumismo q