"El filón de la castaña gallega"
Con este título escribió Ángel Arnáiz, ayer en El Correo Gallego, un artículo sobre el exito en los mercados de la castaña de Galicia. Aquí hemos publicado distintas notas sobre nuestras castañas, sobre lo preocupante que es el progresivo abandono de los soutos o el potencial económico que tienen, especialmente en estos malos tiempos, por no hablar del desastre natural y ecológico que se avecina si no se pone freno al deterioro de este patrimonio de Torbeo. Haciendo un somero calculo, nada riguroso, en Torbeo hay en torno a las cuatrocientas has de castaños, que si utilizamos los datos que da la IXP (Indicación Xeografica Protexida), podrían generar unos ingresos de más de dos millones de euros….A continuación un breve resumen del articulo aludido y las imágenes de satélite en las que es bien visible hasta que punto los castaños son parte predominante de nuestra geografia…y tendrían que volver a serlo en cuanto a la actividad económica.
"El sector no cubre la demanda de las industrias// En la
exportación radica su éxito// Una hectárea de castaños rinde un promedio de
6.000 euros anuales al productor.
Galicia
no tiene rival en España en lo que se refiere a la producción de castañas. Hay
cantidad y, además, excelente calidad. Sin embargo este rentable recurso
frutícola, con una alta demanda en los mercados europeos, está aprovechado en
una ínfima parte de su potencial económico.
En la
geografía gallega hay en la actualidad algo más de 69.000 hectáreas de
castaños productivos, según los datos que maneja la Indicación Xeográfica
Protexida (IXP) Castaña de Galicia, la única denominación reconocida en España
para este fruto. Manuel Vilariño, secretario de la
IXP , explica que un productor puede
obtener, de media, por una plantación de castaños de una hectárea un
rendimiento anual del orden de 6.000 euros, por la venta de las castañas.
Con
estas cifras sobre la mesa, un productor profesional, con una plantación de 10 hectáreas ,
obtendría unos ingresos de 60.000 euros al año. Para Vilariño esta actividad,
en los tiempos que corren, "es una muy buena alternativa económica y
laboral para el abandonado medio rural".