"...El caso de la parroquia de Torbeo, en Ribas de Sil, es especialmente llamativo. Antaño concello con más de mil habitantes, hoy tiene 86 repartidos en doce aldeas,..."

Interesante artículo en el que se hace referencia a la despoblación citando, entre otros pueblos de la zona, a Torbeo.
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Las cabras y los polinomios

JAVIER GUITIÁN 

20/08/2019 05:00 H

Como cada año desde hace cuatro décadas, recientemente realizamos nuestro periplo anual caminando, esta vez desde A Pobra de Trives hasta Seoane do Courel. Recorrimos los concellos de Trives, San Xoán de Río, Ribas de Sil, Quiroga, A Pobra de Brollón y Folgoso do Courel, y disfrutamos de sus extraordinarios valores naturales y culturales, como A Ponte de Navea, la carballeira de San Xoán de Rio o el extraordinario paraje de A Cubela, en Torbeo.

A pesar de ello, no fue la belleza de algunos parajes o caminos lo que más nos sorprendió, sino el observar cómo la despoblación se apodera del territorio ourensano y lucense. Se vacían las aldeas, como Moreiras de Arriba, Moreiras do Medio o Fontes en Ribas de Sil, o disminuye sustancialmente la población en lugares como Vilar de Lor en Quiroga o Salcedo en Brollón.

El caso de la parroquia de Torbeo, en Ribas de Sil, es especialmente llamativo. Antaño concello con más de mil habitantes, hoy tiene 86 repartidos en doce aldeas, con una densidad de población de 0,05 habitantes por kilómetro cuadrado. No tan sorprendente, pero igualmente grave, la parroquia de Salcedo en Pobra de Brollón, por ejemplo, ha perdido el 50 % de sus habitantes desde el año 2015.Sin embargo, lo que antes era un fenómeno que afectaba a los pequeños núcleos rurales, se está trasladando ahora a un nivel superior, a las cabeceras de los concellos rurales de en torno a mil habitantes. El caso de O Courel es bien conocido, pero en el Concello de San Xoán de Río, con poco más de quinientos habitantes, ya solo queda una niña en edad escolar, que estudia en A Pobra de Trives. Podría poner otros muchos ejemplos fuera de nuestra ruta, como As Nogais, Baleira, Pedrafita, Parada de Sil o A Teixeira, cabeceras de segundo nivel a las que la crisis demográfica y el olvido pueden conducir a la desaparición.Así las cosas, de no actuar, el siguiente paso es que el actual desierto demográfico alcance el tercer nivel, las cabeceras cuya población hoy se sitúa en torno a los dos o tres mil habitantes, como por ejemplo Becerreá o Baralla, por cierto, muy frecuentes en Galicia. Ese será, en mi opinión, el punto de no retorno en el que más del 80 % de la población vivirá en menos del 20 % del territorio.No quiero abrumarles con datos ni amargarles el verano; todo tiene su lado positivo. Cuando la semana pasada llegamos a la aldea de Fontes, en el edificio semiderruido de la vieja escuela escuchamos un extraño ruido. Segundos después una cabra se asomó por la ventana, saliendo a la entrada del piso superior otras cuatro, sobresaltadas. Cuando nos acercamos encontramos tirado en la puerta un viejo libro sobre teoría de polinomios.La Administración puede estar tranquila con sus comisionados y sus fondos contra la despoblación; Galicia se vacía pero a las cabras que quedan, los últimos habitantes del desierto demográfico, les gusta el álgebra.