Pleito de Beatriz de Castro, Condesa de Lemos, vecina de Santa María de Torbeo, con sus convecinos Antonio Rodríguez y Suero López.-
Que esta famosa Condesa de Lemos
fuese “vecina de Torbeo” es una nueva noticia para nosotros, pero así lo leemos
en la nota de los documentos sobre el pleito que hemos encontrado en el “Portal
de los Archivos Españoles”.
A continuación incluyo unas imágenes
y los enlaces referidos a esta nota así como otras referencias ya publicadas aquí
sobre Beatriz de Castro.
En este otro archivo una nueva referencia a Beatriz de Castro, incluye tambien la azaña del Abad de Torbeo y su caballo.-
Beatriz de Castro
Biografía
Castro, Beatriz de. La
Hermosa. Condesa
de Lemos (III). ?,
p. m. s. xvi – Valladolid, 11.XI.1570. Noble, condesa.
Hija única y heredera de Rodrigo Osorio,
segundo conde de Lemos, y de su mujer, Teresa Osorio, hija a su vez de los
segundos marqueses de Astorga, Pedro Álvarez Osorio y Beatriz de Quiñones. La
singular hermosura de Beatriz, a la que precisamente apelaron la Hermosa , dio
lugar a que un celebrado dicho popular quedara trastocado o remedado en los
términos siguientes: “De las carnes, el carnero; / de los pescados, el mero; /
de las aves, la perdiz; / de las mugeres, la Beatriz ”.
En 1502, conforme a lo estipulado en el
acuerdo matrimonial suscrito el año anterior, Beatriz casó con Dinís de
Portugal, hijo del duque Fernando de Braganza y de su mujer, Isabel, hermana
del rey Manuel de Portugal, que se había instalado en la corte de Castilla en
1483. Este enlace, negociado personalmente por la reina Isabel la Católica , fue
un proyecto que se malogró en 1516, con la muerte del portugués, aunque dejó
abundante fruto. En su testamento, este último encomendó a Beatriz y a Juan
Méndez, su ayo, la tutela de la prole nacida del matrimonio: Fernando Ruiz de
Castro y Portugal, el primogénito, en quien continuaría la línea de la Casa de Lemos; Alfonso de
Lencastre, que casó con Jerónima de Noroña y fue embajador de Portugal; Pedro
de Castro, que fue obispo de Salamanca y Cuenca; Leonor de Castro, que casó con
Diego Sarmiento de Mendoza, tercer conde de Ribadavia; Isabel de Castro, que casó
con Teodosio, quinto duque de Braganza; Constanza de Castro, que fue monja en
Santa Clara de Lisboa; Mencía de Lencastre, que casó con Renato, conde de
Chalant y soberano de Valengin; Antonia de Lencastre, que casó con Álvaro
Coutiño, VII mariscal de Portugal; y Teresa de Castro, póstuma.
Algunos
años después, hacia 1521, Beatriz de Castro, titulándose ya condesa de Lemos,
contrajo nuevo matrimonio con Álvaro Osorio, caballero de la Orden de Santiago e hijo de
Luis Osorio, entonces fallecido, quien había sido obispo de Jaén tras quedar
viudo de Isabel de Losada, la madre de Álvaro. El nuevo consorte era, como
nieto paterno de Pedro Álvarez Osorio, primer conde de Trastámara, tío segundo
de la madre de Beatriz, lo que dio lugar a las pertinentes censuras eclesiásticas,
que se levantaron con la llegada de las dispensas, obtenidas por bulas
apostólicas de 26 de febrero de 1521; pese a ello, el casamiento no se revalidó
hasta en el año 1537, cuando el juez apostólico los “tornó a casar”. Esta
situación tan irregular y por tanto tiempo mantenida fue, probablemente, el
motivo real de las graves disensiones que
durante años enfrentaron a Beatriz con la poderosa familia del difunto Dinís.
El segundo matrimonio de Beatriz se prolongó con toda
normalidad hasta el fallecimiento de Álvaro Osorio, que se produjo en Monforte
el 14 de diciembre de 1541. De ellos quedaron los siguientes hijos, todos con
el apellido Castro: Antonio, el primogénito, que fue señor de Neda y Trasancos;
Rodrigo, que fue cardenal y arzobispo de Sevilla; Luis, que falleció niño; Ana,
que casó con Luis Colón de Toledo, segundo duque de Veragua; y finalmente
María, que casó con Juan Álvarez Osorio, señor de Chantada. Consta, por las
noticias y referencias documentales, que Beatriz preparó cuidadosamente y desde
muy temprano el futuro del primero de estos hijos. La determinación de fundar
en él un mayorazgo es bien expresiva; más aún si se considera que el emperador,
en la correspondiente facultad real de 3 de julio de 1529, lo consintió bajo la
condición de “que dexéis alimentos a los otros fijos vuestros, aunque sea en
menor cantidad de la que debiera ser”. Sin embargo, la intención de Beatriz y
hasta el volumen mismo de los bienes que pensaba incluir en este segundo
mayorazgo estaban decididos desde algunos años antes, al menos desde el 25 de
octubre de 1525, cuando otorgó una escritura que “tiene forma de testamento” en
la que incluía una relación de sus bienes libres, o no sujetos al mayorazgo
antiguo de la Casa
de Lemos. Pero lo cierto es que la mayor parte de estos bienes no eran libres,
sino que estaban sujetos al mencionado mayorazgo. Pese a ello, como luego
confesaría, Beatriz no tuvo reparo alguno en llevar a efecto la pretendida
fundación, que ratificó además varias veces: la primera en 1529, la segunda en
1556 y la última, ya en 1567. El pleito movido por el heredero de la Casa de Lemos, Fernando Ruiz
de Castro, fue inmediato y causa, también, de nuevas disputas familiares.
Pero este pleito, muy sonado, no fue el único que mantuvo
a lo largo de su dilatada vida la condesa Beatriz, que era “de áspera
condiçión, como el Conde su padre”. Otro bien conocido, por ejemplo, fue el que
la enfrentó con uno de sus vecinos en Galicia, Diego López de Lemos, miembro de
uno de los más señalados y antiguos linajes de aquella tierra y cuyos
patrimonios tenían por cabeza las importantes fortalezas de Ferreira y Sober.
Contra esta última, precisamente, se dirigieron por estos años los ataques de
la casa condal de Lemos, que la tuvo cercada con “su gente y artillería”.
La condesa falleció en Valladolid el 11 de noviembre de
1570. Aunque ya había suscrito un testamento tres años antes, Beatriz murió
bajo el que ordenó pocos días antes de su muerte, otorgado en realidad por su
hijo el cardenal Rodrigo, a quien había comunicado “el descargo de alma” y dado
poder para ello. En él, la vieja condesa Beatriz mandó ser “depositada” en
Valladolid, aunque precisando que con toda brevedad sus huesos fueran llevados
y sepultados junto a su padre, en el monasterio de San Antonio de Monforte.
http://dbe.rah.es/biografias/43633/beatriz-de-castro
El Condado de Lemos.-

Publicación anterior con referencia también a Beatriz de Castro y Torbeo.-
El Condado de Lemos.-
Publicación anterior con referencia también a Beatriz de Castro y Torbeo.-
Das tebras do pecado á luz da salvación: o legado da pía bautismal de Torbeo. Carolina Casal.-
"A entrada no Arquivo Diocesano de Lugo do Libro de Fábrica 1559-1668 da Abadía de Torbeo, supoño que o único existente, abre un novo camiño nas investigacións e verifica a realidade do complexo monástico (*). ...
Arquivo Diocesano de Lugo. . Libro de Fábrica de Santa María de Torbeo 1559-1668. Subliñar brevemente o f.4v e a interesante lista de “Señores Abades de Torbeo” unidos desde 1559 á casa de Lemos da man de Dª Beatriz de Castro, nai do cardeal D. Rodrigo de Castro, e pola mesma familia Cabaleiros da Orde de Santiago desde 1653".