Tenemos un agosto inusualmente verde; el prado de la fiesta y el área de recreo, hoy con usuarios, tienen hierba fresca...
Hace años que no veíamos un paisaje parecido en pleno verano, la primavera se alargó con bastante agua y ahora hasta en los prados segados vuelve a brotar la hierba. Las fuentes y los arroyos con agua y todo ello seguro que ayuda a que tengamos menos incendios, tocaremos madera.
También, cuando cada año llega agosto, se repite la triste historia; la convocatoria a "cabos de año", el homenaje póstumo y el recuerdo a los que nos dejaron, y la iglesia vuelve a ser el lugar de encuentro de los que afortunadamente aún vivimos y podemos volver y estar aquí.
El saldo, demográfico claro, sigue siendo negativo y cada año el "recuento poblacional" se hace en menos tiempo, la tendencia no parece que vaya a invertirse.
Pero "Agosto" sigue sonando para la mayoría, a pesar de todo, a fiesta y a descanso, es la bendición tan esperada después de once meses de trabajo y agitación...pues vamos a celebrarlo.