Puntuales, antes de las seis de la tarde, llegan a Torbeo los primeros ciclistas…
En la tarde del sábado, con suerte porque la temperatura ha
sido mucho más suave que la del viernes y el jueves que anduvimos por los
treinta y tantos grados… y la subida, con
ese añadido, hubiese sido un calvario que
no merecen los esforzados deportistas que nos visitan en dos ruedas.
En Quiroga el viernes, día de feria y fiestas, no se podía aparcar,
mucha gente, seguro que uno de los días de más “turistas” del año. Por la tarde
había merienda “popular” con codillo, arroz, empanada, roscón y vino, pero a cinco euros, que se acabo lo de TODO
GRATIS, y claro así la afluencia fue mucho menor que años atrás y es que estos
alcaldes nos acostumbraron mal; venga comidas a cuenta de los impuestos y ahora,
con la sequia vienen las vacas flacas y hay que contribuir. Ya no es igual, ni
parecido.
Aquí, arriba, todavía estamos tranquilos, ni en el Caravillo,
ni en casa Odulia hubo subida de precios, y el aire que respiramos aun no está
contaminado, tenemos filtro verde, y es
gratis total. Nuestros vecinos, que ya van llegando de Madrid y de Barcelona,
de Gijón o de los Estados Unidos, de Argentina, de Francia y hasta de Albacete,
pasean, paseamos, a la sombra de castiñeiros
e carballos y así es muy fácil olvidarse
de Bankia, de la prima y otras plagas que nos acechan para Septiembre…a
disfrutarlo paisanos, que son cuatro días.