El verano…en Torbeo (4)
A las doce, un agosto más, quienes tenemos la fortuna de estar hoy aquí, volvemos al prado, a la cantina o a la iglesia, y todos a la esperada fiesta del día quince. Para que hubiese continuidad en la tradición solo falto el repique de las campanas (no hay acceso “seguro” al campanario) y los cohetes, tuvimos misa a las doce con gaiteiros y procesión, vermut amenizado con la música tradicional de las gaitas y a las nueve de la tarde verbena hasta casi la una de la noche, sin interrupción y con muchísima gente participando, posiblemente la más numerosa de los últimos años. Y muchos niños; la continuidad de la fiesta está garantizada.